Jorge Moreno Recursos y Contenido · 06/24/2025

Métricas en Scrum (Equipos Agile)

Del análisis a la mejora con propósito
Como Scrum Masters, tenemos la responsabilidad de ser los primeros en sostener esta mirada constructiva, de encarnar el respeto y la colaboración en cada conversación, y de diseñar contextos donde la inspección y la adaptación se perciban como una oportunidad para crecer, y no como una fuente de presión o juicio.

En el mundo ágil, las métricas son herramientas poderosas. Nos permiten visualizar patrones, detectar desviaciones, observar el impacto de nuestras prácticas y orientar mejoras. Sin embargo, el uso inadecuado de las métricas puede erosionar la confianza del equipo y convertir una herramienta de crecimiento en un instrumento de juicio. Por eso, en este artículo quiero compartir una propuesta práctica basada en mi experiencia como Scrum Master, centrada en trabajar las métricas por capas y con intención pedagógica.

Más allá de los números: el propósito de medir

Medir no es sinónimo de controlar. Medimos para comprender y evolucionar. Pero esto solo es posible si las métricas se interpretan desde un lugar de colaboración y cuidado, no desde la fiscalización o la presión por la entrega.

 

Algunos equipos desarrollan dinámicas poco saludables cuando los datos se utilizan para señalar errores, evaluar rendimientos o justificar decisiones unilaterales. El problema no está en la métrica, sino en la manera en que se transmite y la intención que la impulsa.

 

Una estrategia por capas para transformar datos en mejora

🟠 Capa 1: Lectura del Scrum Master

En esta primera capa, el Scrum Master analiza las métricas en solitario. Su objetivo no es juzgar al equipo, sino identificar oportunidades de mejora estructurales: tareas grandes que no se completan, desajustes entre lo comprometido y lo entregado, acumulación de deuda técnica, etc. Aquí el foco está en comprender el sistema de trabajo, no en señalar personas.

 

Es fundamental que el Scrum Master realice un primer cribado completo, traduciendo el 100 % de las métricas en oportunidades de mejora concretas. Esto permite que lo que se comparta en la siguiente capa esté ya libre de lecturas fiscalizadoras, centrado únicamente en aprendizajes y mejoras potenciales.

 

🟡 Capa 2: Contraste con personas cercanas al equipo

En esta segunda capa, el análisis se contrasta con perfiles que colaboran estrechamente con el equipo, como el Project Manager, el líder técnico o figuras de apoyo. El objetivo es enriquecer la mirada, validar si las oportunidades detectadas son reales, aportar contexto y valorar posibles líneas de evolución. Es un espacio de cocreación y reflexión conjunta, no de decisiones unilaterales.

 

🟢 Capa 3: Oportunidades de mejora para el equipo

Finalmente, el equipo no recibe métricas, sino conversaciones. El lenguaje cambia. Ya no hablamos de “el equipo no cumple”, sino de “quizá estemos cargando demasiado trabajo”, “¿qué nos ayudaría a estimar mejor?”, “¿cómo podemos evitar cuellos de botella?”. El foco está en generar aprendizaje y compromiso, no en imponer responsabilidades.

 

El lenguaje importa: pedagogía del cuidado

Uno de los errores más comunes al usar métricas es dar por hecho que todo el mundo las va a interpretar del mismo modo. No es así. Las métricas son complejas, y sin una pedagogía que las acompañe, pueden generar malestar o interpretaciones erróneas.

 

Por eso, el Scrum Master no solo analiza datos: debe crear el marco emocional y cognitivo para que el equipo se relacione con ellos de forma saludable. Esto implica cuidar las palabras, evitar etiquetas, formular preguntas en lugar de juicios y, sobre todo, poner la energía en construir, no en fiscalizar.

 

Conclusión: métricas con alma, mejora con propósito

Las métricas en Scrum no son el fin, sino un medio. El verdadero objetivo es que el equipo crezca, se estabilice y entregue valor con sostenibilidad. Para lograrlo, necesitamos que el dato se transforme en diálogo, y el diálogo en mejora compartida.

 

Como Scrum Masters, tenemos la responsabilidad de ser los primeros en sostener esta mirada constructiva, de encarnar el respeto y la colaboración en cada conversación, y de diseñar contextos donde la inspección y la adaptación se perciban como una oportunidad para crecer, y no como una fuente de presión o juicio.